Nosotros

  Meripoza, 28

Un tiempo prudente, un tiempo donde dejé de escuchar esa nota musical que llena mis ojos de los anhelos marchitos, un tiempo prudente donde nadie más pregunte por ti, un tiempo prudente donde el corazón este listo para comenzar de nuevo. Donde en el quebranto permita mi respiración y los pensamientos cedan a la tregua. Pues entonces anhelare cada día y cada noche de sueño, para coincidir y abrazarte un poco menos que antes pero con más fuerza, cómo medir si el dolor es más caótico al escuchar el despertador o al contemplar tu hermosa sonrisa. Tu tararear por las mañanas y tus dedos regordetes buscando proteger a los que amas, si las flores pudieran hablar; Si pudiera tomar tu mano hoy, se engalanaria la mía con un beso tuyo sobre ella, nuestro abrazo como de costumbre no ausente se bañaria de suspiros y podríamos ver nuestro cielo igual de azul y sería el tararear de tu canción favorita. Siendo sin ser, aún eres, aún eres... Dueles aquí en tu recuerdo, en lo nuestro... Dueles aquí en el silencio... Un corazón no está diseñado para romperse en un segundo, las noches no están deseñadas para un sofocante lagrimeo.