Escritores San Luis Potosi  09 mar 2018

Convexo

Recostados sobre el césped, podía sentir el crujir de cada hoja cerca de mi oido, la fresca brisa, el picor del pasto y mi mano sujetando la suya; no sé si él me sostenía a mí o yo lo sujetaba como deseando que ese momento fuera más eterno que azul del cielo. Las nubes eran más blancas, ese silencio era la suma de nuestra respiración y la quietud parecía resguardarnos de la ciudad. Los cielos brillantes y los pájaros trinando acompañan los satínes de un cielo perfecto, como si los pulmones pudieran embriagarse al estar tan llenos de ese oxígeno que solo Él puede dar; el justo equilibrio entre el suspiro profundo llamado él una combinación entre malestar y remedio. Toda persona congruente decide enamorarse alguna vez, todo ser humano decide dar un paso al vacío y transformarlo, que nuestro vacío se llame plenitud junto a Él.

0
📄 0
📊 185



Cargando